Las láminas de polipropileno (PP), un material termoplástico versátil reconocido por su excelente resistencia química, baja densidad, buena resistencia al impacto y rentabilidad, se han extendido a múltiples industrias. Su adaptabilidad, que abarca desde variantes delgadas y flexibles hasta tableros gruesos y rígidos, las convierte en la opción preferida para diversas necesidades funcionales y decorativas. A continuación, se detallan sus principales áreas de aplicación:
El sector del embalaje representa la mayor parte del consumo de láminas de PP, gracias a la resistencia a la humedad del material, su durabilidad y la facilidad de procesamiento (por ejemplo, termoformado, impresión y sellado).
Envases de alimentosLas láminas de PP se utilizan ampliamente en envases para contacto con alimentos debido a su conformidad con las normas internacionales de seguridad alimentaria (p. ej., FDA en EE. UU., UE 10/2011). Entre los productos más comunes se incluyen:
Bandejas termoformadas para productos frescos (frutas, verduras), embutidos, mariscos y productos horneados: su rigidez evita la deformación, mientras que la resistencia a la humedad mantiene los alimentos frescos.
Paquetes blíster para refrigerios (por ejemplo, papas fritas, galletas) o alimentos congelados: láminas delgadas de PP forman sellos herméticos y ajustados para extender la vida útil.
Recipientes para alimentos desechables (fiambreras, tazones para sopa) y tapas: los grados resistentes al calor (por ejemplo, PP homopolímero) pueden soportar el calentamiento en microondas hasta 120 °C, lo que los hace ideales para comidas listas para comer.